Por ley, el partido local Nueva Alianza en el Estado de México deberá desaparecer por no haber logrado al menos 3% de los votos válidos emitidos el 2 de junio.
En breve será sujeto del proceso de liquidación, con el cual se detiene la entrega de prerrogativas y un interventor toma control de los bienes y recursos para cubrir las obligaciones pendientes que tengan, otorgando el sobrante a la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex).
Sólo falta que los tribunales resuelvan los recursos que pudieron presentar, para que las votaciones queden firmes y se determine si alcanza o no el número de votos necesarios, a partir de anulación de casillas y la revisión de sufragios nulos. El plazo para esto concluye en el mes de agosto, pero igualmente el IEEM puede tomar medidas preventivas a partir de este mes o en julio.
Oficialmente Nueva Alianza, quien participó coaligado al PRI, PAN y PRD, obtuvo 118 mil 726 votos a favor que representan 1.46% de la votación válida emitida; para alcanzar 3 %, requeriría obtener al menos 300 mil sufragios, es decir 154% más de lo que actualmente tiene.
En las pasadas elecciones federales, Nueva Alianza perdió el registro como partido político nacional, por lo cual se convirtió en partido político local. En 2023, en las elecciones de la gubernatura sólo obtuvo 2.03% de votos, es decir 125 mil 753, por lo cual el IEEM inició el proceso de liquidación, el cual fue impugnado y los tribunales consideraron que no se podía tomar la elección del 2023 como referente y debía mantener sus derechos a salvo, a partir de la votación que obtuvo en 2021, pero en esta ocasión bajó más su fuerza electoral.
El Código Electoral del Estado de México establece que para la liquidación de los partidos políticos locales el Consejo General del IEEM debe emitir un Reglamento y que una de las causas para perder el registro es no contar con al menos 3 por ciento de la votación en la elección ordinaria inmediata anterior.
Para la pérdida del registro el Consejo General del IEEM debe emitir la declaratoria correspondiente, sin que esto afecte a quienes ganaron elecciones, pero el instituto político pierde todos los derechos y prerrogativas que establece la ley. Mientras se lleva a cabo el proceso, el partido tiene personalidad jurídica limitada para cumplir con las obligaciones que deriven del proceso de liquidación
El interventor que nombre el IEEM es la persona responsable del control y la vigilancia del uso y destino de los recursos, así como de los bienes del partido, por lo cual debe autorizar cualquier gasto. No podrán enajenarse, grabarse o donarse el patrimonio del partido y como el Instituto no puede responder a las obligaciones que tenga con terceros, éstos servirán para este fin.
El financiamiento público que le corresponda, en tanto se liquida al partido, servirá también para pagar: primero salarios y derechos laborales, luego las obligaciones fiscales, a proveedores o acreedores, y si todavía quedan recursos remanentes se deben remitir a la Secretaría de Finanzas del gobierno estatal, quien adjudicará los mismos al patrimonio de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Todo este proceso, puede llevar entre 10 y 12 meses, a partir de la experiencia en otros casos, donde se han liquidado otros partidos políticos locales en la entidad.
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