En el Estado de México 26.6 por ciento de las niñas y niños de entre 1 y 4 años presentan intoxicación por plomo, es decir, aproximadamente 281 mil 172 menores en este rango de edad; sin embargo, la exposición a este elemento no es solamente de este grupo poblacional, señalan especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Como parte de los artículos científicos publicados en el marco de la presentación de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2022, a cargo de este instituto, se detalla que a nivel nacional 16.8 por ciento de las infancias de entre 1 y 4 años presentan intoxicación por plomo, lo que representa 1.4 millones de menores.
Martha M. Téllez Rojo, investigadora del INSP, explicó que “no existe exposición ni concentración de plomo en el cuerpo que sea segura para la salud”, por ello con el fin de conocer la dimensión de la intoxicación en niños y niñas de 1 a 4 años, se midió por primera vez la concentración de plomo en sangre en una muestra representativa a nivel nacional y estatal, en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 y 2019 (Ensanut 2018 y 2019).
Los resultados señalan que 17.4 por ciento de la población infantil en este rango de edad, presentaba intoxicación, mientras que en el Estado de México el índice era de 30.2 por ciento.
La especialista indicó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el plomo es de los 10 químicos más nocivos para la salud humana, al estar relacionado con los problemas de hipertensión y la muerte prematura.
Como parte de las investigaciones que ha realizado esta organización se sabe que el plomo tiene distintos efectos en el sistema nervioso central, en el cardiovascular, en el sistema endocrino, también se asocia con un bajo rendimiento escolar y otros problemas como el déficit de atención, pérdida de coordinación, hiperactividad, somnolencia y problemas de audición.
Cálculos de la OMS indican que el costo-beneficio, solamente en Ciudad de México, mostró una pérdida neta de mil millones de dólares por año debido al plomo.
Así, para tener un monitoreo a lo largo de varios años, en la más reciente Encuesta de Salud y Nutrición (Ensanut 2022) se continuó con esta investigación, mostrando que en el Edomex se presentó una ligera disminución, al pasar de 30.2 a 26.6 por ciento de prevalencia; sin embargo, las fuentes de exposición siguen teniendo prácticamente el mismo comportamiento.
“El problema de la intoxicación por plomo es antiguo; pero sigue siendo vigente, lo que está ocurriendo es que viejas formas de exposición al plomo están convergiendo con nuevas formas, como lo es el reciclado de baterías, rehúso de algunos elementos que tienen este elemento y entonces se están juntando”.
El plomo, es un elemento tóxico, y no hay alguna razón por la que el cuerpo humano tenga ni una micra, ya que en el órgano en el que se deposite va a alterar su función.
En el caso de las y los niños se ha documentado ampliamente su efecto neurotóxico, inhibiendo el desarrollo de su inteligencia y afectando su comportamiento. Mientras que en adultos es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad prematura.
“Quiero resaltar que (se analizó) el grupo de edad se debe a restricciones presupuestales, no quiere decir que este problema sea exclusivo de este sector poblacional”.
Para esta Ensanut, también se consideraron las condiciones ambientales como vivir cerca de una mina, de un taller mecánico y un taller de pintura, entre otras fuentes ampliamente documentadas a nivel internacional. Del mismo modo se indagó en la población general en exposiciones para-ocupacionales, es decir, que dentro del hogar viva alguna persona que tiene una actividad laboral, profesión u oficio que por sí mismo se esté exponiendo a plomo y sea el vehículo para llevar partículas al hogar como el caso de las fundidoras, las herrerías y plomería.
“En la población general la principal fuente de exposición que está ocasionando la intoxicación en niñas y niños mexicanos es el uso de barro vidriado, con técnicas estadísticas comprobamos que 87 por ciento del problema es por esto”.
La investigadora detalló que 67.5 por ciento de la población del estudio reportó haber estado expuesta a una o más de las fuentes consideradas.
En el caso del Estado de México la encuesta también muestra que considerando la exposición más reciente, es decir, tres meses previos a la aplicación de este instrumento, se tiene una prevalencia de 46 por ciento en la exposición por barro vidriado; 41.8 por ciento a la exposición ambiental (minas, sitios de fabricación o reciclaje de baterías, fundidoras, talleres mecánicos o de pintura) y 25.2 por para-ocupaciones (alfarería, soldadura, herrería, pintura, reciclaje de aparatos electrónicos, imprenta, joyería, entre otras).
Señaló que es urgente la implementación de acciones para el control y prevención de la exposición a plomo en los menores, además de desarrollar una estrategia focalizada en los estados en donde el problema es más severo, así como continuar con este biomonitoreo, que es el único en su tipo que se realiza en el país.
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